El Ayuntamiento de la ciudad se manifestó diciendo que no está de acuerdo con la orden ejecutiva en contra de las “ciudades santuario”
La tensión crece cada día después de los decretos que firmó recientemente el presidente Trump en asuntos de inmigración, entre ellos el retiro de fondos federales para las ciudades que no acaten una orden legislativa que determina la colaboración de las fuerzas de seguridad local con las del Servicio de Inmigración y Control de Aduana (ICE)
La ciudad de Santa Ana tiene pocos días de haberse declarado como “ciudad santuario” con el fin de proteger a un amplio sector de su población, que es inmigrante, entre ellos una gran mayoría de latinos.
El Ayuntamiento de la ciudad se manifestó respecto a los decretos, señalando que respeta a la Oficina del Presidente de los Estados Unidos, pero que respetuosamente está en desacuerdo con la Orden Ejecutiva del Presidente Trump, que quitaría fondos federales de las «ciudades santuario».
«La seguridad y el bienestar de nuestra comunidad es nuestra prioridad número uno. Santa Ana está comprometida con la igualdad y continuará tratando a todos sus residentes con respeto y dignidad», dijo el Alcalde Miguel A. Pulido.
La ciudad de Santa Ana recibe $123 millones en subsidios federales, $69 millones de los cuales son recurrentes, principalmente para programas relacionados con seguridad pública, desarrollo comunitario, inversión en personal, programación para jóvenes, transporte y seguridad vial.
Por su parrte, la Vice Alcalde Michele Martinez comentó: «La Orden Ejecutiva del Presidente Trump ignora la responsabilidad del gobierno federal de hacer cumplir la ley de inmigración -que no es responsabilidad de las ciudades. Debido a que nuestro objetivo principal es proteger a todos los residentes, la Ciudad de Santa Ana no participará en el registro, deportación, o prohibición de personas basadas en su país de origen o religión”.