Si los legisladores no pueden encontrar una solución, miles de maestros con DACA podrían enfrentar la deportación cuando su permiso de trabajo expire
Yehimi Adriana Cambrón Álvarez creció en el área metropolitana de Atlanta. Llegó a esa ciudad procedente de Michoacán, México, siendo una niña. Estados Unidos ha sido su hogar desde entonces, prácticamente el único que conoce.
Hoy, ya convertida en una maestra de arte en la misma preparatoria en la que estudió cuando era joven, enfrenta un panorama de incertidumbre sobre su futuro. La razón es que su permiso DACA (Acción Diferida para los Llegados en la Infancia) expira en febrero de 2018.
“Este ha sido mi sueño, volver y enseñar aquí”, dijo Yehimi, mientras se preparaba para las clases. “Esta es la comunidad en la que crecí, este es el lugar que yo llamo hogar”, comentó.
“Mis alumnos están conscientes de lo que está sucediendo”, dijo. “Están en estado de shock por el hecho de que me podrían sacar del aula en cualquier momento”, agregó en una nota publicada en usatoday.com.
Cambrón Álvarez no es la única que atraviesa por esa misma situación. A nivel nacional, se estima que hay alrededor de 20,000 maestros que están amparados bajo el recientemente terminado programa DACA; de ahí la urgencia para que el Congreso de los Estados Unidos se apresure a resolver el caso de los llamados “dreamers”. Si los legisladores no pueden encontrar una solución, Cambrón y miles de maestros con DACA podrían enfrentar la deportación cuando su permiso de trabajo expire.
“Perder a muchos maestros tendría un gran impacto en los niños”, dijo Viridiana Carrizales de Teach For America. “No podemos permitirnos perder a tantos maestros e impactar a tantos estudiantes”, dijo. “Cada vez que un estudiante pierde a un maestro, es una interrupción en su aprendizaje”. Además, los hallazgos recientes del Instituto de Política Económica, sugieren que las escuelas públicas ya están en una situación de escasez de maestros.
Adriana que además de ser maestra también es muralista, dijo que DACA les ha dado a los estadounidenses la oportunidad de “vernos oficialmente, escuchar nuestras historias y entender que, si a las personas se les da la oportunidad de perseguir su pasión, sus carreras y sus sueños, entonces ellos pueden lograr grandes cosas y hacer grandes contribuciones”, señaló.
Para sus alumnos, es una espada de doble filo. Ven el potencial, pero también ven el riesgo que corren sus propios familiares, muchos de los cuales son indocumentados. “Ellos lo saben y sienten ese temor”, dijo Yehimi.
La maestra recientemente comenzó a llevar a cabo entre sus colegas talleres de capacitación sobre DACA y grupos de discusión para sus alumnos. “Construyes relaciones con los estudiantes. Se abren ante ti. No puedo imaginar el tener que irme”, concluyó.
Con información de America’s Voice.